Te levantas por la mañana, te estiras – y de repente te das cuenta: La pesada fatiga de las primeras semanas ha desaparecido. Tu barriguita se redondea suavemente, pero te sientes más fuerte de lo que pensabas. Al mismo tiempo, quizás te preguntas: ¿De verdad puedo hacer ejercicio ahora? ¿Qué es seguro para mi bebé? La buena noticia: Tu cuerpo está listo para el movimiento en la semana 15 de embarazo – ¡y tu bebé se beneficia de ello!

Por qué el ejercicio es tan importante en la semana 15 de embarazo
En medio del segundo trimestre, tu cuerpo cambia rápidamente: tu volumen de sangre aumenta, tus articulaciones se vuelven más flexibles por las hormonas y tu centro de gravedad se desplaza. El ejercicio regular te ayuda a manejar mejor estos cambios – fortalece tus músculos, estabiliza tu circulación y previene molestias típicas como el dolor de espalda o la retención de líquidos.
Estudios muestran que las mujeres embarazadas que se ejercitan al menos 2,5 horas a la semana a una intensidad moderada, a menudo tienen un parto más fácil, menos diabetes gestacional y se sienten emocionalmente más equilibradas. Intensidad moderada significa: Puedes mantener una conversación, pero te sientes ligeramente fuera de aliento – como durante una caminata rápida.
¿Qué pasa en tu cuerpo?
- Circulación: El ejercicio promueve la circulación y previene mareos y varices.
- Espalda: Ejercicios específicos alivian la columna vertebral, que está sometida a más presión por el crecimiento del abdomen.
- Suelo pélvico: Entrenar este grupo de músculos te prepara para el parto y ayuda con la recuperación postparto.
- Psiquis: Las endorfinas mejoran tu estado de ánimo y reducen los miedos durante el embarazo.

Las mejores formas de ejercicio para la semana 15 de embarazo
No todas las actividades deportivas son adecuadas ahora – pero la selección es más amplia de lo que muchos piensan. Son ideales las actividades que desafían suavemente a todo tu cuerpo, sin riesgos de caídas o movimientos bruscos.
Deportes recomendados
- Caminata: Perfecta para todos los días, previene edemas, se integra fácilmente en la vida diaria – solo 30 minutos al día marcan la diferencia.
- Nadar: Alivia las articulaciones y la espalda debido a la flotabilidad en el agua, entrena la resistencia sin sobrecalentamiento, especialmente beneficioso para las piernas pesadas.
- Yoga para embarazadas: Fortalece el suelo pélvico y la espalda, fomenta la respiración consciente para el parto, reduce el estrés y la tensión.
- Entrenamiento de fuerza ligero: Con pesos ajustados (por ejemplo, mancuernas de 1-2 kg), fortalecerás brazos, hombros y piernas – importante para cargar a tu bebé más tarde.
- Ciclismo: Con la bicicleta estática o en terrenos planos, una versión de resistencia suave para las articulaciones (¡ten cuidado con el riesgo de caídas en terrenos difíciles!).
Además, deberías empezar a incorporar ejercicios para el suelo pélvico de forma regular: contrae los músculos como si fueras a detener el flujo de orina, mantén 5 segundos, relájate – repite esto 10 veces, varias veces al día.

Lo que debes evitar ahora
Aunque el ejercicio es muy beneficioso, algunas actividades conllevan riesgos innecesarios. Evita los deportes con alto riesgo de caídas o colisiones, ya que tus articulaciones son más flexibles debido a la hormona relaxina y son más susceptibles a lesiones.
- Deportes de contacto: Fútbol, baloncesto, artes marciales – los golpes en el abdomen están prohibidos.
- Equitación, esquí, patinaje en línea: El riesgo de caídas es demasiado alto.
- Deportes extremos: Escalada, puenting, buceo – la equalización de la presión y el suministro de oxígeno pueden ser problemáticos.
- Sobrecalentamiento: Hot yoga o entrenamiento a más de 30°C sobrecargan demasiado la circulación.
- Entrenamiento abdominal: Los clásicos abdominales pueden agravar la diástasis de recto (el espacio entre los músculos abdominales rectos).
Además, asegúrate de interrumpir regularmente largos períodos de sentado – levántate cada hora, estírate, da unos pasos. Esto promueve la circulación y previene trombosis.
Tu plan semanal: Así integras 2,5 horas de ejercicio
La recomendación de al menos 2,5 horas por semana parece mucho – pero es más fácil de implementar de lo que piensas. Distribuye la actividad en pequeñas unidades que se adapten a tu rutina diaria.
Ejemplo de plan semanal
- Lunes: 30 min. de caminata por la mañana + 10 min. de entrenamiento de suelo pélvico.
- Martes: 20 min. de yoga para embarazadas (video de YouTube) + escaleras en lugar de ascensor.
- Miércoles: 30 min. de natación o aqua-fitness.
- Jueves: 15 min. de entrenamiento de fuerza ligero (brazos, hombros) + 15 min. de caminata.
- Viernes: Día de descanso o suaves estiramientos (10 min.).
- Sábado: 40 min. de paseo en bicicleta o una caminata más larga con la pareja.
- Domingo: 20 min. de yoga + ejercicios de relajación.
Consejo: Combina el ejercicio con momentos sociales – reúne con una amiga para caminar, o haz yoga junto a tu pareja. Esto aumenta la motivación y lo hace más divertido.

Señales de advertencia: cuándo debes pausar de inmediato
Tu cuerpo te da señales claras cuando algo no está bien. Escucha estas señales de advertencia y pausa de inmediato si notas alguno de los siguientes síntomas:
- Hemorragias vaginales o pérdida de líquido.
- Dolores de cabeza intensos o mareos que no cesan.
- Dolores en el abdomen, pecho o espalda.
- Dificultad para respirar persistente o palpitaciones.
- Contracciones o endurecimientos del abdomen.
- Hinchazón repentina en la cara, manos o pies.
En estos casos, contacta inmediatamente a tu partera o médico. Mejor ser demasiado cauteloso que negligente.
La regla general para una intensidad segura
La prueba de conversación es tu mejor compañera: si puedes mantener una conversación normal durante el ejercicio sin quedarte sin aliento, la intensidad es la correcta. En cuanto solo puedas hablar en frases cortas, reduce la velocidad.

Preguntas frecuentes sobre el ejercicio en la semana 15 de embarazo
¿Puedo seguir corriendo si lo hacía antes del embarazo?
Sí, si tu cuerpo está acostumbrado a ello y te sientes cómoda. Pero reduce la velocidad, presta atención a un buen amortiguamiento de los zapatos y cambia a caminar si te sientes mal. Muchas mujeres encuentran incómodo saltar a partir del segundo trimestre.
¿Cómo sé si estoy sobre entrenando?
El cansancio persistente, problemas de sueño, dolores de cabeza frecuentes o la sensación de que no puedes recuperarte son señales de sobre entrenamiento. Tu cuerpo necesita más recuperación que de costumbre – date suficientes descansos.
¿Puedo levantar pesas?
Un entrenamiento de fuerza ligero con 1-3 kg está bien y de hecho, es recomendable. Pero evita levantar pesos pesados (más de 5-7 kg), la respiración con presión y los ejercicios en posición supina después de la semana 20. Concéntrate en movimientos funcionales como sentadillas o ejercicios de brazos de pie.
¿Y si era poco activa antes del embarazo?
Perfecto – ¡este es el momento ideal para empezar suavemente! Comienza con caminatas de 10-15 minutos al día y aumenta lentamente. Tu cuerpo se adaptará, y cualquier movimiento es mejor que ninguno.
¿Necesito ropa deportiva especial?
Un sujetador deportivo que ajuste bien con tirantes anchos es importante, ya que tus senos están creciendo. Ropa cómoda y transpirable y zapatos bien amortiguados hacen que el ejercicio sea más agradable – pero no necesitas ropa deportiva cara para embarazadas.
Tu cuerpo, tu ritmo – confía en ti misma
La semana 15 de embarazo es una fase maravillosa para redescubrir tu cuerpo. El ejercicio no es una obligación, sino un regalo para ti y tu bebé – les fortalece a ambos, te hace más resistente y te brinda valiosos momentos de conexión con tu cuerpo.
No te dejes presionar por planes de entrenamiento perfectos o fotos de Instagram. Tu ritmo es el ritmo correcto. Ya sea que salgas a caminar media hora todos los días o nades tres veces a la semana – cualquier forma de movimiento cuenta. Escucha a tu cuerpo, celebra pequeños logros y disfruta de la buena sensación que el ejercicio te brinda.
¡Estás haciendo un gran trabajo – y tu cuerpo también! Confía en él, sabe exactamente lo que necesita.
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